Durante décadas ignoré la importancia que tiene la comida para estar bien mentalmente. Tampoco sabía lo mal que pueden hacer el exceso de alcohol, ni lo necesario que es comer sano. Mi cuerpo era como un bote de basura: todo lo aceptaba. Después, investigando me di cuenta de que somos lo que comemos. Así como un edificio está hecho de ladrillos y hormigón, el cuerpo está hecho de alimentos. Todo lo que comemos se convierte en nosotros. El pan, la lechuga, el tomate… todo se convierte en una parte de ti. Si comes basura te conviertes en basura.
La mente y el cuerpo son dos hermanos siameses imposibles de separar. Lo que le haces al cuerpo, afecta a la mente y viceversa. Si la mente trabaja de más, el cuerpo se enferma; si al cuerpo le das café, la mente se enferma. La obesidad se produce por una dependencia a las harinas y a los azúcares. La mente compulsiva quiere comer o beber más por ansiedad que por hambre y avanza sobre los límites, aún en su propio detrimento. La conducta de los obesos es muy similar a la de los adictos: niegan el desorden alimentario, no permiten la ayuda externa y comen a escondidas para evitar los reproches. Una mente serena te lleva a adelgazar.
Nos hemos acostumbrado a las adicciones. Ahora más adicciones que algunas décadas atrás.
Hay más alcohol; las mentes están muy estresadas, tienen menos horas de descanso; todo es mucho más compulsivo, más nervioso; hay más presiones laborales, y frente a esta realidad la gente busca un cable a tierra en el alcohol o la comida. Todo el tiempo se nos bombardea con comida basura, rápida, pre-cocida, enlatada, congelada, y nos quieren convencer de que comiendo así la vida resulta mas sencilla.
Sin embargo, lo que en realidad logramos es ir perdiendo lentamente la salud. La comida fresca, la que está recién cortada, recién preparada es la que más prana (energía vital) tiene. La comida debería dejarte dinámico, ligero, feliz. Si nos intoxicamos con comida basura para escapar de la mente lo único que hacemos es ir para atrás. El intestino es el reflejo de la mente, cuando la mente está alterada, el intestino se altera. Y el intestino es el que envía los líquidos nutrientes al organismo. Con el tiempo aprendí a observar los alimentos recibiendo infinitos beneficios. Ser vegetariano es muy saludable.
Fragmento extraído del libro "Del gin&tonic a la meditación y respiración"