“El apego causa dolor porque de no ser así, jamás querrías dejar ir las cosas”, dice Sri Sri Ravi Shankar, fundador de El Arte de Vivir “el dolor por los apegos es por ignorancia”.
Debido al sufrimiento que provoca el apego hacemos frecuentemente grandes esfuerzos para deshacernos de él, pero esta lucha por no sufrir hace que persista aún más. “Lo correcto es estar centrado, con una visión más amplia de la vida y de las personas, entender más el por qué de las cosas”, dice Sri Sri.
Los niños, por ejemplo, sienten apego hacia el algodón de azúcar. Basta con mostrarles un dulce, y corren a buscarlo. Sin embargo sus intereses cambian cuando crecen y esa desesperación por los dulces desaparece sin que hagan esfuerzo alguno. Cuando la mente madura también este sufrimiento cambia.
Por lo general, cuando nos insultan o maltratan nos duele y llevamos ese sufrimiento en el corazón por largo tiempo, pensando “¡nunca olvidaré cómo me trató!”. ¿Por qué la mente quiere lastimarse manteniendo esos pensamientos? Esto lo hacemos a menudo y con cierto orgullo de tener esa bronca dentro nuestro. Es una tendencia de la mente de aferrarse a lo negativo…sin embargo cuando madura el espíritu, hay una expansión de la conciencia que permite ver más allá de las pequeñas trabas que se presentan en el camino.
Sri Sri dice que ¨ deberíamos observar y aceptar que las personas tienen diferentes maneras de hablar, distintos comportamientos, maneras de hacer las cosas y de expresarse. Si una persona te trata mal, no significa que no te ame, quizá simplemente su amor no sea visible, o no pueden expresarse correctamente.» Nos invita a no juzgar.
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Mirar las cosas desde el punto de vista del otro,
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Observarse a uno mismo y ver la vida desde una perspectiva más amplia.
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La meditación y la respiración son las claves para liberar a la mente de los apegos.
Beatriz Goyoaga 