El perdón es un acto de voluntad que beneficia a uno mismo, no al que perdonas. Si no perdonamos somos nosotros los que quedamos envenenados. Protege tu mente a toda costa ¿Cambia algo el hecho de que no perdones? El hecho en sí no cambia, solo cambia que tu mente no sale del dolor y de la amargura y va en detrimento tuyo.
Cuando te das cuenta de que las personas no hacen las cosas a propósito, entonces tu mente se calma. Como dice Sri Sri Ravi Shankar, fundador de El Arte de Vivir, este mes nominado por quinta vez a premio Nobel de la paz, si quieres corregir un error hazlo desde la compasión, desde el amor. No con ira. No está bueno crear sentimiento de culpa en la mente de alguien.
No corrijas un error porque a ti te molesta, sino cuando veas que es bueno para el que lo ha cometido. Corrige con amor y déjalo ir.
Perdonarse a uno mismo
Si eres tú el que ha cometido el error, acéptalo. Perdónate. Todos cometemos errores involuntariamente, este es un secreto no escrito. Los errores ocurren por sí solos, a través mío y a través de otros. Todos cometemos errores. Nadie nunca quiso cometer un error a propósito.
Si te hicieron algo a ti, no esperes a que te pidan perdón. Sigue adelante. Ocurrió y ya está. Sal de ese espacio de “mira lo que hizo, o lo que me hicieron”. Es como revolver la bolsa de basura ¡No! Tírala, Protégete a ti mismo.
Esto no quiere decir ser pasivo y dejar que todos te tomen el pelo. Si alguien persiste, primero perdona, luego aplica la compasión, luego pon la otra mejilla y si no funciona ¡Levanta la voz!!
Si perdonas te beneficias
No saber perdonar va en contra tuyo, porque guardas resentimiento y llenas tu mente de sustancias negativas y toxinas. Estas sustancias negativas crean enfermedades inclusive hasta las más malignas. El perdonar es por tu propia salud mental y física.
El día que tengas una visión más amplia de la existencia y motivo de las cosas, verás que dentro de cada victimario hay una víctima pidiendo socorro. Tendrás más facilidad de perdonar. Si te fijas solo hay que curar a la víctima y se terminó el victimario. Nadie en su sano juicio comete actos delincuentes. Lo hacen porque sus mentes están fuera de centro.
Soluciones
- Darse cuenta…la primera cosa es ver que nadie comete un error a propósito.
- Perdonar y perdonarse.
- Corregir y dejar ir, no quedarse enganchado.
- Usar las herramientas. Las herramientas tangibles que se pueden practicar son la respiración, que te ayuda a perdonar aquello que muchos de nosotros llamamos imperdonable, por ejemplo si a alguien le matan un ser querido y la meditación. Ambas son distintas pero complementarias
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